La compañía repondrá las dos funciones el fin de semana en su sede de la Universidad de Costa Rica basadas esa pieza, dirigida por Gabrio Zappelli y centrada en el movimiento vanguardista del siglo XX conocido como dadaísmo, una respuesta crítica al sistema industrial europeo y a su idea sobre el progreso.
El dramaturgo Tzara es precisamente uno de los fundadores de esa corriente de pensamiento que buscaba desafiar las convenciones artísticas y sociales de la época, junto a los germanos Jean Arp y Hugo Ball, describe Delfino.cr.
Zappelli explicó que escogió el texto, escrito en 1915 y presentado en París en 1921, “porque es estupendo”, pero nunca fue interpretado en Costa Rica, y, creo que tampoco en Centroamérica”.
“Es una obra crítica –comentó- que apunta a un periodo de crisis política y cultural de la sociedad europea anterior a la Primera Guerra Mundial. Dicho periodo (conflictivo y polarizado) –opinó- es similar al que vivimos actualmente en el país y en toda América».
El director de Corazón Gaseado, puesta presentada desde el 8 de mayo, sentenció que «es una declaración contra los lugares comunes de la sociedad contemporánea, como, por ejemplo, el kitsch (estética desfasada o de mal gusto) de la producción artística y cultural.»
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