El documento, entregado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), indica que la relación entre recaudación fiscal y Producto Interno Bruto (PIB) en el año citado fue de 21,3 por ciento, inferior en dos décimas respecto a 2022.
Ese indicador también está ligeramente por debajo del nivel previo a la crisis sanitaria global por la Covid-19.
A modo de comparación, el texto señala que ese promedio en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) fue de 33,9 puntos porcentuales.
El informe, titulado Estadísticas Tributarias en América Latina y el Caribe, precisa que los ingresos por el impuesto sobre la renta bajaron en promedio 0,1 por ciento.
Mientras, las contribuciones a la seguridad social crecieron en esa misma magnitud, en tanto los tributos sobre bienes y servicios se mantuvieron sin cambios como proporción del PIB.
Chile y Perú registraron los peores datos y en ambos casos se debió al impacto de los menores precios de las materias primas, en particular los minerales e hidrocarburos.
De acuerdo con el texto, los ingresos no tributarios a nivel del gobierno central para 22 países de la región promediaron 3,1 puntos porcentuales del PIB en 2023, en un rango que va desde 0,4 en Perú, hasta 11,6 en Cuba.
El informe es una publicación conjunta de la Cepal, la OCDE, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias y el Centro de Política y Administración Tributaria.
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