Ídolo eterno de Estudiantes de La Plata, Verón fue protagonista absoluto de la época dorada del club, con el que conquistó tres Copas Libertadores consecutivas (1968-1970) y una Intercontinental inolvidable ante el Manchester United, donde marcó en Old Trafford el gol del empate que selló la gloria.
Nacido en 1944, no solo brilló en Argentina: dejó huella en el Panathinaikos griego y se consagró campeón en Colombia con el Junior de Barranquilla como jugador y técnico en 1977. También dirigió brevemente a la selección de Guatemala en 1996.
”Emblema de nuestra historia», así lo definió Estudiantes en un comunicado lleno de dolor y orgullo. La institución expresó además su solidaridad con su hijo, Juan Sebastián «la Brujita» Verón, actual presidente del club.
La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y el Junior de Barranquilla también lo homenajearon, recordando su legado como una leyenda del continente, un referente ineludible del compromiso y la pertenencia.
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