El ministro de Inclusión Económica y Social, Harold Burbano, explicó al portal de noticias Primicias que esos planes fueron “pilotos” y dirigidos a “segmentos que no están en pobreza extrema, pero que requieren un impulso económico para salir adelante”.
De acuerdo con el funcionario, ambas iniciativas beneficiaron en conjunto a cerca de 200 mil personas, lo cual permitió evaluar el funcionamiento de este tipo de apoyo y estructurar una nueva política pública sostenida, con planificación, financiamiento de largo plazo y mayor alcance.
“No queremos programas particulares y puntuales, sino un programa sostenible en el tiempo para que se beneficie la mayor cantidad de personas del país”, justificó Burbano.
Si bien jóvenes que formaron parte de esos programas denunciaron retrasos e incluso fueron excluidos sin explicación, el ministro afirmó que otorgaron transferencias mensuales de 400 dólares durante dos o tres meses, como parte de una estrategia para fomentar la participación en tareas de interés público.
El programa Jóvenes en Acción, presentado el 6 de noviembre de 2024, estuvo dirigido a personas entre 18 y 29 años que debían vincularse a actividades de recuperación económica, ambiental y energética, coordinadas por los ministerios de Ambiente, Obras Públicas y Agricultura.
Por su parte, Ecuatorianos en Acción se orientó a personas de entre 30 y 64 años residentes en las provincias más afectadas por las lluvias, y tuvo fines similares.
Burbano señaló que ahora el MIES trabaja en la evaluación de resultados, con el objetivo de lanzar una nueva política de transferencias condicionadas, aunque no dio detalles sobre los requisitos del nuevo plan que se anunciará “en los próximos meses”.
Esas iniciativas de Noboa, que ofrecían pagos a cambio de determinadas actividades, fueron cuestionadas por haber sido lanzadas en medio del proceso electoral, cuya segunda vuelta tuvo lugar el 13 de abril, cuando el mandatario fue reelecto en medio de denuncias de irregularidades.
Natasha Rojas, del movimiento Unidad Popular, consideró que el gobernante «se burló de la juventud» al utilizar esos programas para «seducir al electorado juvenil durante la campaña».
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