El diplomático aseguró que dicho documento fue elaborado con fines políticos y no contiene ambigüedades sobre las actividades nucleares iraníes ni señala desviaciones en materiales nucleares.
Según los documentos de la AIEA, no existe límite máximo para el nivel de enriquecimiento, siempre que dichas actividades no tengan fines no pacíficos, aclaró.
El representante de la cancillería recordó que Irán ya ofreció explicaciones previas sobre las acusaciones relacionadas con dos ubicaciones mencionadas en el informe: Varamin y Turquzabad.
A su vez, insistió en que exagerar estos casos y mostrar una preocupación excesiva solo sirve como pretexto para generar una alarma artificial.
Gharibabadi afirmó que, si ciertos actores siguen explotando la tolerancia mostrada por Irán, la República Islámica tendrá que responder de manera apropiada, responsabilizando a dichas partes de las consecuencias derivadas de esa actitud.
El funcionario puntualizó que mientras las actividades nucleares estén bajo supervisión de la AIEA, no debería haber motivo de preocupación.
A propósito, rechazó que el director general de la agencia, Rafael Grossi, tenga autoridad para considerar actividades legítimas como potencialmente sospechosas.
En este punto, acusó a Grossi de tomar una medida puramente política alineada con intereses específicos de algunos países, y le exigió asumir las responsabilidades correspondientes.
También destacó que hay 120 inspectores de la AIEA operando en Irán y criticó el silencio absoluto del organismo y de los países occidentales frente a las actividades nucleares de Israel, lo cual calificó como un ejemplo evidente de politización de la labor de la agencia internacional.
La AIEA anunció anteriormente que Irán incrementó la producción de uranio enriquecido al 60 por ciento y consideró que el nivel de cooperación de Teherán sigue siendo «menor de lo deseable».
En su comunicado, Gharibabadi reafirmó que la República Islámica no busca armas nucleares ni posee materiales ni actividades no declarados y mantiene hasta la fecha el compromiso con todas sus obligaciones.
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