El profesor asociado Panitan Wattanayagorn indicó que el aparato de seguridad nacional tailandés, lento y fragmentado, junto con un Consejo de Seguridad Nacional débil, proyectaron una imagen de desorden interno.
Esta percepción, añadió, permitió a Cambodia explotar la situación tanto en el ámbito militar como en el político.
Según el académico, el gobierno cambodiano emplea tres enfoques clave, el primero implica gestos de liderazgo simbólico, el segundo se centra en la movilización militar y el tercero se orienta hacia la reconciliación diplomática.
Si bien se ha expresado pesar por las bajas, Wattanayagorn advirtió que las conversaciones entre los ejércitos cambodiano y tailandés podrían tardar en materializarse.
Contrastó el fragmentado aparato de seguridad tailandés, su inercia burocrática y su excesiva tramitación administrativa con la respuesta rápida y centralizada de Cambodia bajo el liderazgo del presidente Hun Sen.
Esta percepción de debilidad, alertó, envalentonó a Cambodia a reafirmar sus reclamos, incluyendo la construcción de carreteras para el transporte de armamento.
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