Por Fausto Triana
Vecinos bien llevados en principio y con muchos lazos históricos comunes, en las canchas del balompié se ven otras cosas. Ahora hay un tema transversal a la semifinal de este jueves entre españoles y franceses en la Nations League.
Se trata de la porfía por el Balón de Oro, que desde el triunfo del París Saint Germain (PSG) el sábado en Champions frente al Inter de Milán, ha comenzado a correr en favor del delantero galo Ousmane Dembelé.
Un exbarcelonista, con una temporada de ensueño con el PSG y después de muchas dudas y tropiezos, confirmado como la gran estrella que es. Dembelé, de momento, toma ventaja al ser elegido Mejor Jugador de la Champions y por su triplete, en la Liga 1 en la Copa de Francia, además.
Más allá, hay bastante tela por donde cortar. La Roja batió a Francia en la final de la Eurocopa el pasado año, pero anteriormente dejaron en el camino a los españoles en la penúltima Nations.
El conjunto dirigido por Luis de la Fuente es, de hecho, el campeón defensor de la Nations, conquistada hace dos años. Y tiene armas para conservar el trofeo.
Con una alineación variable, cuenta, sin embargo, con fijos como el portero Simon, el central Le Normand, los volantes Pedri y Fabián, Lamine Yamal y Nico Williams.
A su favor, un desgaste físico relativamente menor al de varios franceses que estuvieron involucrados el sábado pasado en la final de la Champions y, por tanto, en celebraciones o en el manto del fracaso.
España es un equipo que maneja bien el balón y ataca de forma incisiva. Tal vez sus falencias están en la defensa por el centro, aunque tampoco es demasiado vulnerable.
Del lado contrario, algunos jugadores apenas terminaron sus prestaciones en el máximo nivel, como Dembelé y Dessiré Doué, este último el Mejor Jugador Joven de la Champions League.
En el Mercedes-Benz Arena de Stuttgart, Alemania, este jueves probablemente no se verá de salida a Marcus Thuram, derrotado por el PSG con el Inter de Milán.
Cederá su puesto, casi seguro, al joven Bradley Barcolá, junto con los más descansados Kylian Mbappé y Antoine Griezmann.
Antes, este miércoles, Alemania y Portugal protagonizarán la otra semifinal, que constituye un reto para los dos entrenadores, el español Roberto Martínez y el germano Julian Nagelsmann.
Dos excelentes conjuntos, sin alcanzar de momento resultados importantes en la arena internacional.
Los teutones tienen una plantilla de respeto, con jugadores como Kimmich, Tah, Goretzka, Gross; Adeyemi, Wirtz, Sané y Füllkrug, con bajas sensibles como Havertz, Henrichs, Musiala, Rüdiger y Schlotterbeck.
Más consolidado y estable se antoja el cuadro lusitano, con figuras como Diogo Costa, Mendes, Vitinha, Bruno Fernandes, João Neves; Silva, Cristiano Ronaldo y Rafael Leão.
mem/ft
