De acuerdo con el Ministerio de Salud, en 2024, nacieron 686 mil 061 bebés de ciudadanos japoneses, lo cual representa una disminución de 41 mil 227 respecto a 2023.

Tal parámetro registró una mengua por noveno año consecutivo y los récords se revelan tras analizar las estadísticas compiladas desde 1899, cuando comenzaron los conteos anuales.

Según apuntó la cartera, el número de hijos que se espera que una mujer tenga durante su vida cayó a un mínimo histórico de 1,15 en 2024, 0,05 puntos menos que el año precedente.

El Ejecutivo nipón expresó preocupación pues el Instituto Nacional de Investigación de Población y Seguridad Social había estimado que la cifra no bajaría al nivel de 680 mil hasta 2039.

Con una población superior a 124 millones de habitantes, en estos momentos, los niños representan el 11,1 por ciento de la población total de Japón, un descenso contra el cual las autoridades prometen tomar medidas sin llegar a enunciar nada concreto.

De manera particular, los gobiernos locales de algunas ciudades han propuesto iniciativas en busca de despertar el interés por la natalidad, como ofrecer subsidios de vivienda a los padres e incluso pagar a las parejas para que tengan hijos, en algunas urbes.

Los datos numéricos sugieren que las propuestas deben ser más sólidas y abarcadoras, pues el futuro del país es lo que está en juego, según coinciden en señalar los sociólogos, la propia existencia de Japón.

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