La misión espacial Copernicus Sentinel-2 de esa agencia registró la instantánea que captó la enorme cantidad de ceniza, gas y rocas emanadas tras el súbito estallido acontecido este lunes, con una columna de humo que alcanzó los 6,5 kilómetros de altura.
El Etna, ubicado en la isla de Sicilia (Italia), es el volcán activo más grande de Europa y se cuenta entre los de mayor actividad en el mundo.
La erupción de esta semana, descrita como una espectacular fuente de lava, es la de mayor magnitud desde 2014, según fuentes científicas.
También impactantes videos que hoy circulan muestran a turistas huir del volcán luego de ser sorprendidos por el rugido.
El Etna fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2013, y es mundialmente conocido por sus frecuentes erupciones.
Informes indican que este año ya ha registrado más de 15 eventos eruptivos, pero sigue fascinando a muchos visitantes atraídos por la experiencia extraordinaria que representa acercarse al volcán.
Por otra parte, Sentinel-2 es una constelación de dos satélites de imágenes ópticas que forman parte de Copernicus, el programa de observación de la Tierra de la Unión Europea.
Los productos de datos de los satélites Sentinel-2 se utilizan para una amplia variedad de aplicaciones, como la agricultura de precisión, el monitoreo de la calidad del agua, la gestión de desastres naturales y la detección de emisiones de metano.
Además, proporciona información especialmente útil para el monitoreo de ecosistemas naturales.
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