Ocurrió en el estadio Defensores del Chaco, cerca de la ciudad de Luque, abarrotado por más de 40 mil aficionados, incluida una barra de unos 600 uruguayos.
Sobre los 12 minutos del primer tiempo hubo una mala salida del guardameta charrúa Santiago Mele y un cabezazo certero del guaraní Matías Galarza puso a los paraguayos en la delantera.
Fue un primer tiempo en el que Uruguay comenzó fuerte pero a partir del minuto siete se desinfló perdiendo balones y jugando de atrás, para beneficio del mejor juego de los de casa.
El complementario estuvo más animado pero la noche era aciaga para el uruguayo Ronald Araujo, que tuvo otro error al cometer una falta al delantero paraguayo Julio Enciso, que el juez marcó como penal.
Fue el propio Enciso, sobre los 80 minutos, el encargado de cobrar y meter el balón por el palo izquierdo.
Ya para entonces los cambios no pudieron hacer milagros para el plantel dirigido por Marcelo Bielsa.
En las filas uruguayas no estuvieron los volantes Federico Valverde (lesionado) y Rodrigo Betancur, este último sancionado al igual que el atacante Darwin Núñez.
Paraguay y Uruguay habían empatado a cero en Montevideo en septiembre último, en lo que fue el estreno del argentino Gustavo Alfaro como director técnico en la albirroja.
Desde entonces la selección paraguaya suma nueve partidos sin perder. En Asunción ganó los cuatro que jugó (1-0 a Brasil, 2-1 a Venezuela y Argentina, y 1-0 a Chile) y de visitante empató cuatro (0-0 con Uruguay y Ecuador, y 2-2 ante Bolivia y Colombia, ambos tras empezar 2-0 abajo).
Con los resultados de hoy la Eliminatoria Sudamericana la comanda Argentina, seguida de Brasil. Con su triunfo de esta noche Paraguay subió del quinto puesto al tercero, y está al borde de la clasificación.
Un camino, a la inversa, del de Uruguay, que tiene una sola victoria en nueve presentaciones. En seis de ellos no anotó.
El 10 de junio los uruguayos encararán a la vino tinto venezolana en el Estadio Centenario de Montevideo.
Para igual fecha los paraguayos le darán la revancha a los brasileños en el estadio Neo Química de Sao Paulo.
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