Por Fausto Triana
Sánchez, en su discurso ante la Conferencia de Presidentes autonómicos españoles, lanzó la iniciativa de establecer un compromiso país para la construcción de viviendas, con el 60 por ciento de las inversiones a cargo del Gobierno y el 40 restante por parte de las regiones.
El jefe del Ejecutivo pidió en Barcelona altura de miras y recalcó que la crisis en el sector atañe a toda España y un acuerdo de este tipo, podría trascender en el tiempo, sin importar el color político en el Palacio de la Moncloa.
Sin embargo, como era previsible, los mandamases de las Comunidades Autónomas, en su mayoría dominadas por el conservador Partido Popular (PP), reaccionaron con escepticismo y críticas.
En paralelo, tal y como había prometido, la presidenta regional de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, abandonó la sala de debates ante las intervenciones del lehendakari, Inmanol Pradales, en euskera, y del titular de Cataluña, Salvador Illa, en catalán, desconociendo la validez de las lenguas cooficiales españolas.
A tono con la línea establecida por el PP, este asunto y desde Madrid, el nuevo llamado del portavoz del grupo, Miguel Tellado, a la manifestación del domingo contra Sánchez, buscaron torpedear el encuentro de Barcelona.
En especial, Tellado lanzó una arenga para lograr que el domingo la marcha de rechazo al jefe del Ejecutivo y en general al Gobierno, sirva para visibilizar un mensaje contundente de la mayoría de los españoles.
Días atrás, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, pidió a Sánchez adelantar las elecciones generales.
Lo hizo luego de la comparecencia de la exmilitante del Partido Socialista (PSOE), Leire Díez, dentro de una compleja trama en la cual se le señala como instigadora de asuntos delicados, que recababa información comprometedora.
Díez se mostró desafiante al glosar que los audios revelados ante la opinión pública, en los que pide a un empresario información comprometedora de un teniente coronel de la Unidad Central Operativa (UCO), están manipulados.
Feijóo y en general todos sus allegados en el PP, aprovecharon la situación para desbarrar de los socialistas de Sánchez y sus actuaciones.
Una seguidilla de escándalos por presuntos casos de corrupción, con foco en un exministro y otrora hombre fuerte del PSOE, la esposa del jefe del Ejecutivo, Begoña Gómez, y varios funcionarios de rango, dominan el panorama político de España.
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