En una declaración, la institución señaló que la complicada operación de inteligencia realizada por las fuerzas iraníes y su significativo logro fueron parte principal de un plan y de actos encubiertos frente a la propaganda de los enemigos.
A propósito, indicó que otra sección importante del plan incluye los incansables esfuerzos de las Fuerzas Armadas para establecer un equilibrio operativo proporcional a las debilidades y fortalezas del ocupante israelí y sus partidarios.
El Consejo Supremo enfatizó que la lista de objetivos israelíes está «sobre la mesa» de las Fuerzas Armadas, y las instalaciones nucleares clandestinas del régimen serán el objetivo si lleva a cabo cualquier acto de agresión.
Respecto a la adquisición de los servicios de inteligencia de la República Islámica de una vasta cantidad de documentos clasificados sobre instalaciones sensibles israelíes, destacó que el acceso a dicha información y la finalización del ciclo de inteligencia y operativo aumentó las capacidades de las fuerzas iraníes.
En su comunicado, subrayó que Irán puede “responder inmediatamente a cualquier posible agresión del régimen sionista contra las instalaciones nucleares atacando sus centros ocultos”.
También, reafirmó poder contrarrestar cualquier acto malicioso contra la infraestructura económica y militar de Irán proporcional al tipo de agresión.
El fin de semana, fuentes revelaron a la red panárabe Al Mayadeen y a medios iraníes la operación de inteligencia de la República Islámica para acceder a una gran cantidad de información y documentos estratégicos de alta sensibilidad relacionados con Tel Aviv.
Las filtraciones surgieron en el contexto de las tensiones entre Irán e Israel, en medio de amenazas de la ocupación de bombardear instalaciones nucleares de la República Islámica, mientras continúan las conversaciones nucleares indirectas entre Teherán y Washington.
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