Según el parte de la cartera militar emitido este martes en su canal oficial de Telegram, casi la mitad de los vehículos aéreos no tripulados tipo avión fueron abatidos sobre el territorio de la provincia de Briansk, fronteriza con Ucrania.
El ente castrense agregó que también fueron interceptados 20 drones sobre la provincia de Bélgorod, nueve en Voronezh, cuatro en Kaluga, tres en la región de Moscú, dos en la de Leningrado, iguales cantidades sobre Oriol y Kursk, uno en Smolensk, así como nueve en la península de Crimea y cuatro en la República de Tatarstán.
Por su parte, la agencia rusa del transporte aéreo, Rosaviatsia, informó de suspensiones temporales de operaciones en los cuatro aeropuertos de Moscú (Vnúkovo, Sheremétevo, Shukovski y Domodédovo), así como en las terminales aéreas de Kazán, Kaluga, Saratov, Izhev, Kirov, Púlkovo, Nizhni Kamensk, Samara y Tambov, por motivos de seguridad.
Los territorios rusos limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, así como la península de Crimea, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio en otros lugares.
Durante los últimos meses, Ucrania centró sus ataques con drones en refinerías, depósitos de combustible y otras instalaciones de la industria petrolera de Rusia, principalmente en las provincias fronterizas, pero también en zonas más remotas como Nizhni Nóvgorod, Baskortostán o Tatarstán.
También atacan empresas de producción diversa y combinados de la industria química, y almacenes en provincias cercanas a Ucrania, pero también en otros territorios alejados como es el caso de la República de Chuvasia.
Más recientemente, realizaron ataques contra aeródromos e instalaciones militares y energéticas de regiones rusas muy alejadas de la frontera con Ucrania como las de Múrmansk, Irkutsk, Ivánovo, Riazán y Amur.
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