En su habitual comparecencia semanal ante medios de comunicación, el presidente de la República, José Raúl Mulino, solicitó a la legación diplomática de abstenerse de hacer anuncios unilaterales en relación con el reemplazo de unas torres de comunicación.

Mulino hizo referencia a una nota suscrita por el embajador Kevin Cabrera la que señala que su país reemplazará una red de equipos de telecomunicaciones de la compañía china Huawei, instalado en 13 puntos del istmo, por tecnología segura, como parte de su ofensiva para contrarrestar la supuesta influencia de Beijing en la región.

Mulino fue enfático cuando señaló que Estados Unidos no tiene que halar a Panamá a un conflicto geopolítico.

“Que ellos peleen su problema en Washington, pero no en el patio panameño. Por favor, respeten, que Panamá no es parte de ese conflicto”, remarcó.

En respuesta, Cabrera publicó en las redes que se retoma un viejo proyecto de cooperación con Panamá en diversos temas, incluyendo la seguridad, el cual data de 2017 en el primer mandato de Donald Trump.

“Tenemos todas las autorizaciones de Panamá, nosotros no estamos cambiando las antenas solos. Estamos trabajando con el Ministerio de Seguridad, con el ministro Frank Ábrego y el presidente”, aseveró.

Estas diferencias centraron un artículo publicado en La Estrella de Panamá esta semana por la embajadora china en el istmo, Xu Xueyuan, a propósito del octavo aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas.

Xu enfatizó en los logros bilaterales en materia de cooperación y aseveró que cualquier acción que dañe estos lazos enfrentará el repudio unánime del pueblo. Durante estos últimos siete días también la Asamblea Nacional (parlamento) aprobó el proyecto de ley 290, el cual crea un régimen especial para los trabajadores de las fincas bananeras de Bocas del Toro, como otro intento de poner fin a la crisis que tiene en vilo ese territorio, tras más de un mes de bloqueos y protestas.

El jefe de Estado indicó reabrir las vías y descartó que revisaría la Ley 462 sobre la Caja de Seguro Social, que rechazan desde el 23 de abril varios gremios docentes en una huelga indefinida.

En busca de una solución que apuesta por el diálogo negado por el Ejecutivo, el secretario de la Asociación de Profesores, Fernando Ábrego; y otros dirigentes magisteriales se reunieron con monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá, quien se comprometió a propiciar ese encuentro.

De otra parte, agrupaciones asociadas a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como la Confederación Sindical de Trabajadores de las Américas y la Confederación Sindical Internacional demandaron al Gobierno panameño a respetar las libertades de varias centrales obreras en el país centroamericano.

En ese sentido, rechazaron la intervención en la 113 Conferencia de la OIT de la directora nacional de empleo en el Ministerio de Trabajo de Panamá, Ana Soberón, quien, aseguran, utilizó el espacio que debe ser ámbito de diálogo, respeto institucional y construcción tripartita, para desacreditar públicamente al Sindicato Único Nacional de los Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares (Suntracs), con acusaciones infundadas y de carácter penal, impropias del tono y propósito de esta instancia.

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