El informe publicado por la Unctad revela que, pese al aumento de la inversión extranjera directa (IED) mundial un 4,0 por ciento en 2024, a 1,5 billones de dólares (millón de millones), esa alza es resultado, entre otros factores, de la volatilidad de los conductos financieros a través de varias economías europeas, que sirven de puntos de transferencia para las inversiones
La inyección de capital en 2024 cayó bruscamente en las economías desarrolladas, particularmente en Europa. Mientras en los países en desarrollo aunque las entradas parecían estables ocultó una crisis más profunda, revela el texto Informe Mundial de Inversiones 2025.
«Demasiadas economías se están quedando atrás no por falta de potencial», sino porque el sistema todavía envía capital donde es más fácil, no donde se necesita, advirtió la Secretaria General de la Unctad, Rebeca Grynspan.
Acota el texto que el panorama de las inversiones en 2024 estuvo matizado por las tensiones geopolíticas, fragmentación comercial e intensificación de la competencia de la política industrial cuyas dinámicas, combinadas con la incertidumbre y alto riesgo financiero, redibujan la inversión mundial y erosionan la confianza de los inversores a largo plazo.
El descenso se debió en gran medida a una caída del 22 por ciento de la IED en las economías desarrolladas, incluida un retroceso del 58 por ciento en Europa. Norteamérica rompió la tendencia con un aumento del 23 por ciento, liderado por Estados Unidos, acota el documento.
En cuanto a las economías en desarrollo, las tendencias regionales divergieron, Asia se mantuvo como el principal receptor de IED del orbe, pese a la modesta disminución del 3,0 por ciento.
Los países del sudeste asiático registraron un aumento de 10 por ciento, equivalente a 225 mil millones de dólares, el segundo nivel más alto registrado.
África aunque creció la IED en un 75 por ciento, fue impulsada por un solo gran proyecto en Egipto. De excluirlo, las entradas subieron un 12 por ciento, apoyadas por la facilitación de la inversión y la reforma regulatoria.
El Oriente Medio mantuvo fuertes entradas, impulsadas por la diversificación económica en la región del Golfo.
Por el contrario, en América Latina y el Caribe anotaron una caída del 12 del por ciento en los flujos totales, aunque los anuncios de proyectos de campo verde aumentaron en mercados clave como Argentina, Brasil y México.
A juicio de la Unctad, los niveles actuales de inversión están por debajo de las necesidades mundiales, pues el cierre de la brecha financiera para el desarrollo sostenible requeriría unos cuatro billones de dólares al año en los países en desarrollo, meta cada vez más volviendo más distante.
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