La manifestación en ese céntrico lugar de esta capital y sus alrededores, según los organizadores, reclama mejoras salariales, condiciones laborales dignas y el respeto a acuerdos previamente firmados con el Estado.
La principal figura del STEG, Joviel Acevedo, criticó el actuar del Gobierno, que llamó reiteradamente a que vuelvan a sus labores y levantó aproximadamente seis mil actas a quienes no acuden a las aulas.
Los participantes, en el lugar con carpas y tiendas de campaña, adversan el alza salarial del cinco por ciento establecida por el Ministerio de Educación, algo que nunca pidieron a administraciones anteriores.
La titular del sector, Anabella Giracca, defendió las acciones adoptadas contra los maestros involucrados en la protesta y explicó que del 88 al 90 por ciento de los centros escolares públicos del país siguen en funcionamiento.
Aseguró que su cartera está actuando con firmeza para defender el derecho a la educación de niñas, niños y adolescentes, mientras refirió la recepción de alrededor de tres mil denuncias de padres de familia y docentes.
Muchas de ellas –explicó la funcionaria- guardan relación con presuntas exigencias de pago para participar en las manifestaciones y el cierre de escuelas.
La primera medida y que tiene un impacto importante en los docentes que incumplieron con su deber de dar clases es la suspensión de 10 días sin goce de salario, expresó.
Argumentó que no existe un pulso político con el STEG y particularmente con Acevedo, solo que la actual gestión tiene el compromiso de transformar de fondo el sector.
Aunque los manifestantes insisten en que continuarán hasta que sus demandas sean escuchadas, el viceministro Técnico de esa cartera, Francisco Cabera, compartió que hay cuatro mesas de diálogo instaladas.
Exconstitucionalistas y juristas declararon a la prensa local que el sindicato de Acevedo reta al sistema de justicia a partir de que se les indicó abandonar la protesta.
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