La iniciativa sigue la decisión gubernamental de 2023 de designar un área marina protegida a lo largo de la costa oeste de este país, hogar de una de las pocas poblaciones residentes de cachalotes del mundo.
La creación de la Reserva de Cachalotes es nuestra manera de abordar las crecientes amenazas que enfrentan estos animales en peligro de extinción, desde la contaminación acústica hasta las colisiones con embarcaciones, señaló el gobierno.
Recalcó que el cambio climático y las prácticas pesqueras insostenibles también representan un riesgo.
Se estima que en las aguas que rodean la isla viven menos de 500 500 cachalotes, parte de una población que se desplaza a lo largo de la cadena de las Antillas Menores.
Estos mamíferos nadan hasta San Vicente al sur y Guadalupe al norte. A diferencia de los cachalotes de otras partes del mundo, los que se encuentran en el Caribe oriental no viajan muy lejos, de cuerdo con expertos.
El objetivo de la reserva es salvaguardar una población local de Physeter macrocephalus, una especie en peligro de extinción, amenazada por enredos en artes de pesca, contaminación, colisiones con embarcaciones e incluso el turismo.
Los cachalotes son los animales más grandes de la familia de los cetáceos dentados. Un macho promedio alcanza una longitud de unos 15 metros y puede pesar hasta 45 toneladas métricas. El cachalote también posee el cerebro más grande del mundo animal, con un peso aproximado de 8 kilogramos (18 libras).
Estos mamíferos marinos también son buceadores de gran profundidad y se sumergen entre mil y dos mil metros en busca de calamares. Durante estas inmersiones profundas, los cachalotes pueden contener la respiración durante unos 90 minutos.
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