El mandatario participó esta mañana del Semanario Internacional: Hacia un Ministerio de Justicia y Derechos Humanos en Uruguay, con la participación de expertos internacionales.
Orsi admitió que el concepto de la nueva cartera “tiene mala fama” por la experiencia de la dictadura que imperó aquí entre 1973 y 1985.
Opinó que a lo largo de la historia nacional se han “hiperdimensionado los roles del Ministerio del Interior y de la propia Presidencia de la República». «Hacemos que Presidencia se haga cargo de un montón de cosas y el Ministerio de Interior ya que está también, como si no tuvieras nada para hacer. Entonces, yo estoy convencido de que este es el camino correcto», argumentó.
Expliquemos que nuestras cárceles están llenas de jóvenes, adictos y pobres, dijo el mandatario.
Refirió que “las dificultades que tienen los defensores de oficio, o los problemas que tienen las personas que deben acceder a la Defensoría de Oficio, precisa que expliquemos al Poder Judicial lo que son algunas instalaciones en el interior del país».
La víspera, el asesor en comunicación de la Prosecretaría de la Presidencia Gabriel Márquez tuvo a su cargo una presentación inicial, en la que expuso los problemas que el Ministerio de Justicia «viene a resolver».
Mencionó que se propone «democratizar el acceso a la justicia, gestionar las cárceles con un nuevo enfoque como servicio descentralizado y ser rector de políticas públicas».
También «unificar la abogacía del Estado», incluso en demandas de alta complejidad como en arbitrajes internacionales, una tarea hoy a cargo de la Prosecretaría de la Presidencia.
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