Según las versiones periodísticas, la confiscación se realizó en el departamento (región) de Copán, el más occidental del país y fronterizo con Guatemala, durante una operación ejecutada por la Dirección Nacional Policial Antidrogas, unida especializada de la Policía Nacional.
Las autoridades confirmaron la detención de dos personas y el decomiso de 10 fusiles de guerra de diferentes calibres, cuatro pistolas (dos de ellas bañadas en oro), dos miras telescópicas, 19 cargadores para fusil, cuatro cargadores para pistola y una gran cantidad de municiones.
Además, se embargaron 27 paquetes de dinero en moneda extranjera, con un total de dos millones 108 mil 970 dólares.
El ministro hondureño de Seguridad, Gustavo Sánchez, subrayó que la operación en el noroeste de la nación centroamericana forma parte de una estrategia nacional para desarticular estructuras criminales que operan en zonas fronterizas del territorio nacional.
Ratificó el compromiso del gobierno de la presidenta Xiomara Castro con la seguridad y la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.
“Este es un golpe directo a las finanzas y logística de grupos criminales que pretenden desestabilizar la paz en nuestros territorios. No vamos a retroceder en esta lucha”, afirmó Sánchez, tras calificar la acción en Copán como una de las más exitosas del año.
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