El ministro Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF), determinó la pasada semana que la PF iniciará, en un plazo de cinco días, el interrogatorio de los juristas Fábio Wajngarten y Paulo Cunha.
Ambos deben responder por el presunto entorpecimiento a las investigaciones sobre la tentativa golpista que procuraba obstaculizar la llegada al poder del presidente Luiz Inácio Lula da Silva tras ganar las elecciones de 2022.
La decisión se tomó después de la presentación de documentos por la defensa del denunciante Mauro Cid, exayudante de órdenes de Bolsonaro, que apuntan a intentos de interferir en las confesiones y contactar a sus familiares.
De Moraes también determinó que la PF incluya en la pesquisa los registros de la extracción y categorización de datos del teléfono celular de la hija adolescente de Cid, quien, según las acusaciones, fue contactada por Wajngarten y Cunha con el objetivo de influir en sus afirmaciones.
Los documentos presentados ante la policía indican, además, que Eduardo Kuntz, abogado de otro sospechoso, Marcelo Câmara, presumiblemente envió mensajes por WhatsApp a la hija de Cid, sugiriéndole que convenciera a su padre de borrar conversaciones comprometedoras, además de intentar concertar una reunión «en un lugar seguro y cómodo».
Según el informante, Kuntz posiblemente contactó a Agnes, la madre de Cid, en eventos sociales con el fin de persuadirla de cambiar la representación legal de su hijo.
Wajngarten, quien dejó la defensa de Bolsonaro en julio de 2023, también intentó contactar a los parientes del exasesor, incluyendo a su esposa e hija adolescente, en una serie de intentos considerados intensos.
La finalidad sería impedir que se prestaran declaraciones contra Bolsonaro, conducta que, según De Moraes, constituye un posible delito de obstrucción a la investigación que involucra a una organización criminal. La defensa niega irregularidades.
Con los abogados debidamente citados, la PF deberá recabar sus declaraciones dentro del plazo estipulado. También se examinará el contenido del teléfono celular de la joven para determinar si existen indicios de intento de manipulación.
Tales elementos deberían reforzar o refutar la acusación de que la defensa del exgobernante ultraderechista realizó acciones coordinadas para obstaculizar las indagaciones relacionadas con el plan golpista. Este nuevo capítulo en la trama judicial que rodea a Bolsonaro agrava su situación legal y política.
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