Las iniciativas fueron presentadas por parlamentarios de izquierda y centro y coincidieron con un acuerdo unánime de la Comisión de Fiscalización del Parlamento, de mayoría conservadora, de preparar colectivamente un proyecto que deje sin efecto el aumento.
Al anunciar el acuerdo de la citada comisión, su presidente, Juan Burgos, calificó el decreto de aumento del salario presidencial como “infame, amoral, antiético e impensable”.
También anunció el acuerdo de convocar al primer ministro, Eduardo Arana, y el titular de Economía y Finanzas, Raúl Pérez, para que informen sobre el incremento que, dijo “es una bofetada a la pobreza, pues un día del salario presidencial es igual al a un mes del sueldo mínimo oficial de los trabajadores.
Las opiniones sobre el incremento se dividen entre las que señalan que es necesario pero inconveniente, por el contexto de rechazo masivo a la mandataria, y quienes creen que Boluarte no merece la elevación de su salario de 10 mil 600 soles (dos mil 986 dólares) a 35 mil 568 (10 mil dólares) .
Con el incremento, Perú ha pasado de ser el país donde el mandatario tenía el penúltimo sueldo más bajo de América del Sur, a ser el segundo que más paga a su gobernante
Fuentes periodísticas citaron por otra parte que, si bien es cierto que la ley determina que los presidentes deben tener el sueldo más alto del Estado, también establece un límite, el equivalente de 10 unidades de ingreso de la administración pública, lo cual equivale a 26 mil soles (siete mil 324 dólares) mensuales.
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