El ministro de Economía y Hacienda, Ilyas Moussa Dawaleh, definió cinco principios rectores para el plan de desarrollo: liderazgo nacional fuerte, capitalización del aprendizaje, enfoque participativo de base amplia, resultados concretos y coherencia con los principales programas internacionales.
Dawaleh mencionó entre estos últimos los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2063 de la Unión Africana.

Subrayó que ya no se trata de elaborar una lista de proyectos sin futuro, sino de transformar nuestras prioridades en acciones visibles y mensurables, al referirse a las consultas sectoriales que permitieron recoger las necesidades del país, especialmente en educación, salud, empleo, energía o gobernanza.

Por su parte, el primer ministro yibutiano, Aboulkader Kamil Mohamed, destacó los logros de la última década como el desarrollo de la infraestructura, reforma de sectores clave, además de identificar los principales desafíos como la inestabilidad económica mundial, vulnerabilidades internas, impactos del cambio climático, entre otros.

Desde 2015, la planificación estratégica es fundamental en el proceso de desarrollo de Djibouti, garantizando la integración de las políticas públicas en un marco coherente de planificación a corto, mediano y largo plazo.
Estas estrategias buscan asegurar la transformación económica y social con miras a mejorar el bienestar de su población mediante la reducción de la pobreza y la desigualdad.
El cambio de paradigma condujo al desarrollo de una visión prospectiva de Djibouti 2035 y a la implementación de dos Planes Nacionales de Desarrollo (PND 2015-2019 y PND 2020-2024).
Registran avances notables en áreas vitales como el acceso a la electricidad, al agua potable, a la salud, a la educación y a la protección social, mejorando significativamente las condiciones de vida de la población.
A pesar de estos avances, aún quedan importantes desafíos por abordar como la inclusión y la sostenibilidad del crecimiento, el desarrollo del capital humano, el fortalecimiento de la transformación estructural de la economía, la equidad territorial, la resiliencia y la adaptación al cambio climático, y el fortalecimiento de la movilización de recursos internos.
Sobre la base de los resultados obtenidos y de los retos por afrontar, el Gobierno decidió definir una nueva trayectoria para los próximos cinco años a través del desarrollo del PND 2025-2030.
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