Apodada la Tigresa de Minsk, Sabalenka pisa fuerte: llega sin ceder sets, con una presencia imponente que combina potencia, movilidad y una mentalidad de acero. Su saque es látigo y pesadilla; su juego de fondo, una mezcla de francotiradora y gladiadora.

   Campeona esta temporada en Brisbane, Miami y Madrid, lidera el circuito con 46 victorias y es la jugadora con más triunfos en Grand Slam en lo que va de año (16).

   Finalista en Australia y Roland Garros, tiene un objetivo claro: conquistar por primera vez la copa del torneo más antiguo del mundo. En sus once Grand Slam más recientes siempre ha alcanzado, al menos, los cuartos de final. Pero en Wimbledon, la final aún se le escapa.

   Al frente tendrá a una rival curtida: Laura Siegemund, de 37 años y número 22 del mundo, que vive un renacer sobre el césped londinense. No llegaba tan lejos en un «grande» desde Roland Garros 2020 y, al igual que Sabalenka, avanza sin perder parciales. Su triunfo en tercera ronda ante la estadounidense Madison Keys, octava del ranking, encendió las alarmas.

   Sin embargo, el historial es contundente: dos enfrentamientos previos, dos victorias para Sabalenka, ambas en 2019 y sin ceder sets. Nunca antes se enfrentaron en una instancia de este calibre.

   La pista central vibrará hoy con un duelo de contrastes: la serenidad de la veterana Siegemund frente al vendaval desatado de Sabalenka. Una quiere seguir soñando; la otra, por fin levantar el trofeo sobre la hierba sagrada.

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