De acuerdo con la entidad, hasta las 04:00, hora local, de este miércoles, se registraron mil 713 sismos de intensidad uno o superior en la escala japonesa, que califica con valores del cero al siete.
Científicos de la institución explicaron que esta cifra refiere una serie de eventos lo suficientemente fuertes como para ser percibidos por los humanos y la actividad sísmica continúa en la zona.
El lunes anterior se detectaron 60 temblores y 39 el martes; de hecho, la prolongación de los movimientos telúricos -algunos con intensidad de seis- produjo una huida sin precedentes de las poblaciones de la cadena de islas Tokara.
La emigración comenzó hace días de forma espontánea por mar, los habitantes valoran alejarse del estrés y el insomnio, pues la tensión ni siquiera les permite dormir con tranquilidad.
Varios describieron a medios locales de prensa la tensión constante, porque los temblores interrumpen cualquier rutina y la magnitud del peligro es incalculable.
Según reportes de las autoridades, en las islas han quedado solo aquellas personas que no han querido renunciar al cuidado de su ganado, cultivo y otras propiedades.
La ansiedad parece dominar el ánimo de los pobladores, pese a no reportarse daños graves ni heridos en la región, una de las zonas sísmicas más activas del mundo.
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