«Creemos que, en un contexto en el que se han adoptado más de 30 mil medidas restrictivas contra Rusia, la hipotética aparición de algún nuevo elemento requerirá, por supuesto, un análisis y una consideración adicionales, pero no cambiará fundamentalmente el panorama», declaró el diplomático en una rueda de prensa.
El vicetitular de Exteriores detalló que en los últimos años el Gobierno del gigante euroasiático creó herramientas eficaces que permiten satisfacer en gran medida ciertas necesidades mediante la sustitución de importaciones.
«El crecimiento de muchas de nuestras industrias se debe precisamente a esto», explicó Riabkov.
Por otra parte, afirmó que la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, es muy contradictoria en sus acciones y declaraciones, por lo que no facilita el trabajo en la normalización de la relación bilateral.
Las declaraciones del viceministro responden a recientes afirmaciones del inquilino de la Casa Blanca que está estudiando introducir nuevas medidas restrictivas contra Moscú.
«Los senadores están aprobando un proyecto de ley de sanciones muy duro. Lo estoy considerando», detalló el mandatario tras una pregunta de la prensa sobre si quiere que el Congreso apruebe la iniciativa y si estaría dispuesto a firmarla.
En ese sentido, subrayó que la adopción de restricciones contra Rusia depende de su «discreción».
Y para confirmar la retórica del dignatario estadounidense, a finales de junio, el senador republicano Lindsey Graham, autor del proyecto de ley que busca aplicar medidas aplastantes contra Rusia, así como aranceles a los países que compran sus recursos naturales clave, declaró que Trump pretende imponer nuevas acciones restrictivas contra Moscú.
La iniciativa del legislativo prevé imponer aranceles del 500 por ciento a los socios comerciales del gigante euroasiático que no ayuden a Ucrania y a los bienes exportados a Estados Unidos de países que compran petróleo, productos derivados del petróleo, gas natural y uranio rusos.
Además de prohibir a los estadounidenses participar en operaciones de compra de títulos de deuda de Rusia.
A juicio de Graham, estas acciones están dirigidas principalmente contra la India y China que, de acuerdo con sus estimaciones, son importadores de petróleo ruso.
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