La valoración está contenida en un artículo del embajador Tran Duc Mau publicado bajo el título “Juego antiguo, forma diferente de jugar”, en el cual advierte además que Trump está dispuesto a utilizar dichos aranceles para lograr objetivos no comerciales, incluso después de alcanzar acuerdos con los socios.
Refiriéndose a la guerra arancelaria desatada por el mandatario norteamericano, señala que recientemente éste cambió su enfoque y modificó ligeramente la estrategia, pero “el propósito también se ha ampliado”.
Resolver el déficit de la balanza comercial estadounidense es un objetivo, pero no la máxima prioridad, y la evidencia más reciente y clara es Brasil, subrayó el diplomático.
Duc Mau recordó que el miércoles último Trump anunció un arancel de protección comercial del 50 por ciento sobre los productos de Brasil, un país con el que Estados Unidos ha tenido en los últimos 15 años un superávit comercial de 410 mil millones de dólares.
La razón que esgrimió para justificar la medida es que, bajo el mandato del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, procesó al mandatario Jair Bolsonaro, “considerado una copia de Trump en Brasil, por intentar anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2022”.
Trump no dijo nada específico sobre esto, pero en realidad hay otra razón: Lula da Silva siempre expresó su oposición a los aranceles de protección comercial de Estados Unidos, tanto en la relación bilateral como en el grupo de economías emergentes Brics, consideró el autor.
El comentario alude también a las anunciadas sanciones contra los Brics si el grupo promueve la desdolarización y a la imposición de un arancel adicional de un 10 por ciento a los países que apoyen la oposición de ese grupo a los impuestos de protección comercial de Estados Unidos.
En otra de sus partes, el artículo de Duc Mau apunta que, tras expirar el primer plazo de 90 días, Washington acaba de alcanzar un acuerdo comercial con el Reino Unido y Vietnam, y un acuerdo marco con China, lo cual es realmente poco comparado con los deseos y predicciones iniciales de Trump.
“Ahora se enfrenta al problema de que, si no extiende el plazo, no podrá alcanzar otro acuerdo comercial, ya que las negociaciones con cualquier socio son difíciles, complejas y largas. Pero si no presiona y sigue extendiendo el plazo, los socios dudarán en negociar”, señala más adelante.
Por eso –concluye- es que ha cambiado el método de negociación y reduce el nivel de impuestos, con el propósito de transmitir un mensaje oculto: éste es el que se debe aceptar, no negociar.
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