En una publicación en redes sociales, Carney señaló que Canadá está «fortaleciendo nuestras alianzas comerciales en todo el mundo», aunque se comprometió a negociar hasta la nueva fecha límite, el próximo 21 de julio.
El presidente Donald Trump comunicó su última amenaza a través de una carta dirigida a Carney Carney y publicada en su propia red social, Truth Social, el jueves por la noche.
El texto aclara que «no habrá aranceles si Canadá, o las empresas dentro de su país, deciden fabricar productos dentro de los Estados Unidos» y advierte que Washington aumentará las tasas si Ottawa toma represalias.
Nuevamente, el magnate estadounidense citó el fentanilo que, según él, entra «a raudales» a Estados Unidos desde Canadá, un argumento que persiste a pesar de que los datos muestran que la cantidad de esta droga que cruza la frontera norte es mínima en comparación con la que ingresa por la frontera sur de Estados Unidos.
La ministra de Asuntos Exteriores, Anita Anand, expresó este jueves su esperanza de que, para el 21 de julio, se pueda alcanzar un acuerdo, que calificó como «necesario para la salud de nuestra economía».
Por su parte, el líder conservador Pierre Poilievre calificó la amenaza arancelaria como «injustificada» y llamó a la unidad nacional para defender la economía canadiense.
En tanto, Lara Payne, presidenta de Unifor, sindicato que representa a unos 320 mil trabajadores de sectores como el automotriz y el acero, describió la medida estadounidense como «extorsión».
«Los trabajadores cuentan con nuestro [gobierno] para defender sus empleos», afirmó. Las concesiones no detendrán a un acosador, pero la fuerza colectiva sí lo hará», señaló.
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