El ataque de ese día (…) marcó el comienzo del debilitamiento de la dictadura opresiva de Fulgencio Batista, creada por el imperialismo norteamericano, y el inicio del movimiento popular, señala un texto rubricado, entre otras, por la Asociación de Resistentes y Antifascistas Húngaros y la Sociedad Carlos Marx.

Aunque el pequeño grupo sufrió una derrota, Fidel era plenamente consciente de la importancia de la lucha (…) Hoy en día está claro que el hecho condujo a la victoria del 1 de enero de 1959, cuando se abrió el camino hacia la renovación de una nación basada en la autodeterminación y una política exterior de solidaridad internacional con los pueblos oprimidos, señala el texto.

También enumera los logros que la isla caribeña alcanzó desde el triunfo de enero de 1959, entre ellos el acceso gratuito a la educación y la salud y el desarrollo de ese último sector que permite hoy la presencia de galenos cubanos en varios países.

El texto reconoce la contribución de Cuba a las luchas de liberación nacional en América Latina, y especialmente en el continente africano, y exhorta al gobierno de Estados Unidos a levantar el bloqueo impuesto al país por más de 60 años.

El objetivo de estas medidas es socavar y acabar con la soberanía de Cuba y devolver al país a la dependencia neocolonialista. El embargo causa enormes dificultades, pero Cuba sigue viva a pesar del cambio de régimen en los países socialistas amigos, sentencia el texto firmado además por Organizadores por la Izquierda y la Liga Antifascista Húngara.

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