La tregua fue propiciada por la Defensoría del Pueblo, que la gestionó en contactos con dirigentes de las diversas organizaciones de mineros y el Gobierno, que puso como condición el levantamiento de los bloqueos, aunque la intermediación no impidió operaciones policiales de desbloqueo.

En una de las acciones policiales de desbloqueo realizada en la localidad sureña de Chala, en la región de Arequipa, ayer murió un civil ajeno a la protesta, Alexander Checa, de 27 años.

En un comunicado sobre su mediación, la Defensoría del Pueblo manifestó que condena “todos los actos de violencia y el uso desproporcionado de la fuerza pública, que no hace sino exacerbar el escalamiento de mayor convulsión social”.

También señaló como objetivos del diálogo “la formalización real, sostenible y permanente de la actividad minera, en el marco del respeto a la ley y los derechos fundamentales”.

Los términos propuestos por la Defensoría para el diálogo son: Formalización laboral, pago de impuestos, proscripción de la trata de personas y toda forma de explotación y violencia en las comunidades mineras y preservación del medio ambiente.

Fuentes periodísticas anotaron que, si bien se levantaron la mayoría de los bloqueos, por la fuerza policial o por decisión de los mineros, persisten dos cierres de rutas, en la región sur-andina de Puno y en la provincia norandina de Pataz.

Los mineros protestan contra la exclusión de 51 mil ellos, de un proceso de formalización cuya complejidad determinó reiteradas postergaciones del plazo dado a los mineros para legalizarse, el último hasta el fin de 2025, definitivo, según el Gobierno.

También rechazan de la minería ilegal, caracterizada por acciones criminales, trata de personas y depredación del ambiente, sobre todo en la región sur-amazónica de Madre de Dios.

Las demandas de los mineros artesanales e informales incluyen la simplificación del procedimiento y sostienen que cumplen todos los requisitos de la formalización, pero no el de tener un contrato con las grandes empresas para operar en sectores de sus concesiones que no explotan, a lo que se niegan o plantean condiciones onerosas, según los mineros.

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