Según el parte del ente castrense publicado este domingo en su canal oficial de Telegram, la mayoría de esos vehículos aéreos no tripulados ucranianos, 26, fueron derribados en la región de Bélgorod; otros cuatro, en la de Vorónezh; tres, en la de Lípetsk; y tres más, en la de Nizhni Nóvgorod.
La cartera militar igualmente comunicó que no hubo que lamentar víctimas ni daños materiales de consideración por la caída de los restos de los drones abatidos
Por su parte, la Agencia Federal de Transporte Aéreo, Rosaviatsia, informó que por segundo día consecutivo no hubo necesidad de imponer restricciones temporales de operaciones a ningún aeropuerto del suroeste del país, algo que estaba siendo habitual por espacio de casi tres meses.
Desde el inicio de la operación militar especial el 24 de febrero de 2024, los ataques con drones lanzados desde Ucrania contra objetivos militares y civiles en la retaguardia rusa se han convertido desde entonces en una práctica habitual.
Los territorios rusos limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, así como la península de Crimea, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio en otros lugares.
Durante los últimos meses, Ucrania centró sus ataques con drones en refinerías, depósitos de combustible y otras instalaciones de la industria petrolera de Rusia, principalmente en las provincias fronterizas, pero también en zonas más remotas como Nizhni Nóvgorod, Baskortostán o Tatarstán.
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