En el contexto de la XXI Feria Internacional del Libro (Filven), la obra de recopilación fue bautizada en presencia de algunos de sus autores, el secretario ejecutivo del ALBA-TCP, Rander Peña y el cuerpo diplomático acreditado en Caracas, entre ellos el embajador de Cuba, Dagoberto Rodríguez.

Al decir del secretario ejecutivo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), en este texto sus autores presentan al imperialismo como «un instrumento que se usa para hacer efectiva la dominación de los pueblos».

En su materialización este accede «a cualquier elemento para su dominación, sin importar si es legal o no, si es moral o no, porque todas son ilegales e inmorales», apostilló.

A juicio del diplomático, eso habla, además del profundo miedo que tienen en el ejercicio de la dominación, en que «terminan recurriendo a elementos inhumanos y criminales».

En ese sentido, aludió a las más recientes «medidas criminales» del Gobierno de Estados Unidos contra el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y los ministros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Ministerio del Interior.

«Todo nuestro abrazo fraterno, solidario, amoroso y comprometido», expresó y afirmó que eso habla en sí mismo del profundo temor a las revoluciones morales en cada uno de los pueblos.

Previno que en ese proceso de decadencia del imperialismo, este se vuelve más agresivo y recurre a la máxima de que «la única regla es que no hay reglas y terminan aplicando acciones verdaderamente fascistas».

El director de Casa de las Américas de Cuba, Abel Prieto, autor del texto «Notas sobre la guerra cultural del imperialismo yanqui contra nuestros pueblos: de William Randolph Hearst a la colonización 2.0», que aparece en el libro, explicó que habla de modalidades de guerra y colonización en el tablero geopolítico del siglo XXI.

Prieto calificó de «canallada sancionar» por el Gobierno de Donald Trump a Díaz-Canel y a los ministros cubanos, «una cosa grosera», y consideró doloroso ver «que todo está permitido».

«Para esta gentuza que está en la cúpula de este imperio decadente, recalcó, todo está permitido» y ejemplificó con la masacre cotidiana en Palestina y en las sanciones contra Venezuela, Cuba y Nicaragua.

A juicio del intelectual cubano lo que está ocurriendo contra su país «es una guerra económica total, para tratar de ganarnos por asfixia y de cercarnos».

Al respecto, llamó a la necesidad de aferrarnos a la Cultura en este momento y destacó que por eso «es tan estimulante ver tanta gente de todas las generaciones» en la Filven.

Tenemos que aferrarnos a nuestras culturas, a la idea de José Martí, que el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, hizo suya, de que «es necesario que para ser libres tener cultura y entender qué pasa», para no dejarnos manipular, remarcó.

«Ser cultos es el único modo de ser libres», decía Martí, y Fidel dijo «que sin Cultura no hay libertad posible», subrayó.

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