El Ministerio del Interior lamentó en un comunicado publicado en su canal de Telegram, los sangrientos acontecimientos, y afirmó que el saldo de víctimas es preliminar.

Explicó que los incidentes fueron consecuencia de lamentables enfrentamientos armados que estallaron entre grupos militares locales y clanes en el barrio de Al-Maqous de la cabecera provincial, tras crecientes y acumuladas tensiones durante períodos anteriores.

Esta peligrosa escalada se produce en medio de la ausencia de instituciones oficiales competentes, lo que ha agravado el caos y deteriorado la situación de seguridad, mientras la comunidad local se ve incapaz de contener la crisis a pesar de los reiterados llamamientos a la calma, aseguró el Ministerio.

Confirmó que unidades de sus fuerzas, en coordinación con el Ministerio de Defensa, iniciarán una intervención directa en la zona para resolver el conflicto, detener los enfrentamientos, reforzar la seguridad y perseguir a los responsables de los incidentes y ponerlos a disposición judicial.

Si bien instamos a todas las partes locales a cooperar con las Fuerzas de Seguridad Interna y a promover la calma y la moderación, afirmamos que la continuación de este conflicto solo contribuye a fomentar el caos y a aumentar el sufrimiento de nuestros civiles, indicó la nota.

A su vez, el Ministerio de Defensa declaró que el vacío institucional que acompañó el estallido de estos enfrentamientos contribuyó a la exacerbación del ambiente de caos y a la incapacidad de las instituciones oficiales de seguridad o militares para intervenir, lo que obstaculizó los esfuerzos para calmar la situación y lograr la autocontención.

Aseguró que unidades militares especializadas en las zonas afectadas trabajan para crear corredores seguros para los civiles y dispersar los enfrentamientos de forma rápida y decisiva.

En una información publicada más tarde en su canal del Telegram, el Ministerio aseguró que grupo armados atacaron las fuerzas del Ejército sirio mientras se desplegaban en Sweida lo que causó la muerte de varios militares.

Anteriormente, las Fuerzas de Seguridad Interna se desplegaron ampliamente a lo largo de la frontera administrativa entre Sweida y Deraa, en coordinación con unidades del ejército, para evitar la propagación de la tensión y controlar cualquier movimiento sospechoso.

El gobernador de Sweida, Mustafa al-Bakour, instó a los residentes a actuar con moderación y responder a las iniciativas tribales y nacionales que buscan contener la crisis, y enfatizó que el Estado hará todo por proteger a los ciudadanos y restablecer la seguridad.

En su reacción a esta situación, el máximo clérigo de la comunidad drusa en Sweida, Hamoud Al-Hanawi, instó a todas las partes a recurrir a la razón y cesar de inmediato la escalada.

Advirtió contra la sedición, y consideró que «solo sirve a los enemigos de la unidad y amenaza la paz civil».

Hizo un llamado al presidente Ahmed Al-Shara y a los líderes tribales a tomar medidas urgentes para «sofocar la sedición, frenar la manipulación y proteger la dignidad». Los enfrentamientos estallaron tras el saqueo del coche de un comerciante en la carretera Damasco-Sweida. A esto le siguieron secuestros mutuos dentro de la gobernación, antes de que la situación se intensificara y se convirtiera en enfrentamientos armados con armas medianas, que causaron también daños a viviendas civiles en varios barrios de la ciudad.

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