De acuerdo con reportes del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, las víctimas han resultado tanto de enfrentamientos armados como de ejecuciones sumarias perpetradas por los bandos enfrentados: milicias drusas por un lado, y fuerzas gubernamentales junto a milicias tribales por el otro.

La organización también alertó sobre un creciente desplazamiento de familias beduinas en diversas zonas de la gobernación, mientras fuentes locales confiables reportan que combatientes drusos han sitiado barrios habitados por tribus beduinas.

Estos residentes viven bajo un clima de miedo y ansiedad ante el temor de una posible intensificación del conflicto, con connotaciones sectarias y regionales.

Imágenes y videos difundidos en redes sociales documentaron la ejecución de tres civiles beduinos —entre ellos un niño y una mujer— a manos de facciones drusas locales en la ciudad de Sweida, en actos marcados por extrema brutalidad. La población civil ha solicitado protección urgente para evitar nuevas represalias y violaciones de derechos humanos.

El Observatorio también informó que 54 miembros del Ministerio de Defensa han muerto en los recientes enfrentamientos, así como 43 civiles drusos.

En un hecho particularmente alarmante, la organización registró al menos 56 ejecuciones de civiles drusos, cuyos cuerpos fueron hallados en distintas calles y vecindarios de Sweida y sus alrededores.

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