Al intervenir ante el Parlamento durante el cierre del debate sobre el Presupuesto del órgano ejecutivo para el período 2025/2026, el mandatario destacó tanto los avances logrados en la democracia sudafricana (desde 1994) como los desafíos pendientes en materia de desarrollo, igualdad y unidad.

En sus palabras, Ramaphosa destacó como la eficacia estatal depende de esa dirección estratégica central, más que de la administración directa de servicios o proyectos.

A la ciudadanía le importa la implementación de medidas fundamentales para la nación, y, por eso, dijo, “nuestro trabajo consiste en traducir estrategias en avances concretos evaluados periódicamente”.

El mandatario subrayó que, a poco más de un año de las elecciones y del establecimiento del actual Gobierno de Unidad Nacional (GNU), compuesto por diez partidos diversos, el país ha demostrado la vitalidad de su democracia manteniendo debates parlamentarios intensos pero fundamentales para la rendición de cuentas.

En su opinión, dijo, esos intercambios públicos permiten que la ciudadanía evalúe si sus representantes responden a las demandas sociales.

No obstante, reconoció, existen discrepancias entre los socios del GNU, pero insistió en que prevalece el compromiso conjunto de impulsar un crecimiento económico rápido y equitativo, combatir la pobreza y el alto costo de vida, fortalecer la administración pública y fomentar la cohesión social.

“Es como bloque unido que seguiremos trabajando para mejorar la vida de todos los sudafricanos”, afirmó.

Frente a quienes critican la lentitud en avances materiales, el Presidente enumeró algunos de los logros desde la llegada de la democracia: acceso ampliado a electricidad y agua potable, construcción de viviendas sociales, becas universitarias y mayor representación de trabajadores y mujeres en puestos de liderazgo.

Además, resaltó la restitución de millones de hectáreas de tierra, así como el apoyo estatal —ahora más inclusivo— tras décadas de políticas excluyentes bajo el apartheid.

Ramaphosa reivindicó asimismo la cooperación con el sector privado y la sociedad civil, señalando que la inversión empresarial impulsa el empleo y que, ante retos como la crisis eléctrica, la colaboración resultó determinante para estabilizar el suministro.

En el plano internacional, defendió la participación activa de la Presidencia en foros multilaterales y sostuvo que la política exterior sudafricana responde al interés nacional y la promoción de una agenda global más justa.

El jefe de Estado concluyó su intervención haciendo un llamado a superar el pesimismo y reforzar la esperanza, especialmente entre la juventud. “Tenemos mucho más por construir que por lamentar. Este presupuesto debe marcar un punto de inflexión para la nación”, enfatizó.

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