El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Sufian Qudah, calificó el ataque israelí de flagrante violación del derecho internacional, en particular del Convenio de Ginebra de 1949 relativo a la Protección de Personas Civiles en Tiempo de Guerra.
Esta acción hostil contra la iglesia refleja las políticas extremistas del gobierno israelí y su continua agresión contra el pueblo palestino, incluyendo los ataques sistemáticos contra civiles en Gaza, indicó el vocero.
Qudah aseguró que Israel, como potencia ocupante, debe cumplir sus obligaciones bajo el derecho internacional, en particular el derecho internacional humanitario, y cesar de inmediato los ataques contra infraestructura civil y lugares de culto en Gaza.
Instó también a la comunidad internacional a asumir sus responsabilidades legales y morales, y adoptar medidas efectivas e inmediatas para detener la agresión israelí.
El funcionario pidió garantizar la entrega rápida y adecuada de ayuda humanitaria a Gaza, que enfrenta una catástrofe humanitaria sin precedentes como resultado del ataque en curso.
Según las autoridades locales, al menos tres personas murieron y varias resultaron heridas, entre ellos el párroco argentino del templo Gabriel Romanelli.
Se calcula que antes del bombardeo había alrededor de 600 refugiados, la mayoría niños y personas con necesidades especiales.
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