La coalición integrada por el Partido Liberal Democrático (PLD) y su socio de gobierno, Komeito, no logró el objetivo preelectoral de ganar al menos 50 de los 125 escaños en disputa para alcanzar la mayoría en la Cámara Alta, pues conquistó apenas 47.

En sus primeras declaraciones a la prensa nacional, el primer ministro japonés y líder del PLD expuso la intención de permanecer en el cargo; pese a esta derrota histórica, mientras los principales medios nacionales nipones vaticinan un aumento de las peticiones para que el dirigente renuncie.

Por primera vez en la historia, la coalición se verá privada del control mayoritario en ambas cámaras del Parlamento, pues obtuvo el peor resultado de los últimos 15 años en las elecciones legislativas de la Cámara Baja (Cámara de Representantes), efectuadas en octubre.

Japón hace frente a una crisis económica agravada por duras políticas arancelarias impuestas en los últimos meses por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Los resultados de las elecciones regionales a la Asamblea de Tokio, en junio, significaron otro duro golpe para el PLD al conseguir un mínimo histórico de escaños, por lo que la entidad continúa acumulando impactos desfavorables.

Esta vez, la participación electoral fue del 58,51 por ciento, superior al 52,05 por ciento registrado en los anteriores comicios de la Cámara Alta, en 2022.

Alrededor de 26 millones de personas emitieron su voto anticipado en las elecciones, algo considerado un récord en esta clase de eventos.

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