La embarcación, identificada como KM Barcelona 5, sufrió un incendio la víspera mientras navegaba hacia la ciudad de Manado, capital de la provincia de Célebes Septentrional, en su viaje habitual desde el puerto de Melonguane.
El suceso provocó el desalojo masivo de cientos de pasajeros, muchos saltaron al mar para escapar de las llamas, en estado de pánico.
Según el primer almirante Pasuna Sihombing, jefe de la base naval de Manado, la operación de rescate incluyó barcos de la guardia costera, seis embarcaciones de salvamento y varios botes inflables.
Numerosos supervivientes fueron trasladados hacia islas cercanas tras ser sacados de las aguas, incluso algunos rescatados por pescadores que encontraron a personas con chalecos salvavidas en medio de mares agitados.
La Agencia Nacional de Búsqueda y Rescate de Indonesia confirmó un total de 568 pasajeros a salvo y lamentó el fallecimiento de tres, entre ellos, una mujer embarazada.
El número real de ocupantes del ferry superó con creces el manifiesto oficial, una práctica común en el transporte marítimo indonesio que complica tanto la seguridad como las labores de rescate tras incidentes de esta naturaleza.
Indonesia fue noticia en la última semana por el naufragio de varios ferrys, por causas distintas, lo cual refleja una débil aplicación de normas de seguridad en un archipiélago de más de 17 mil islas, donde la navegación por mar deviene el más común medio de transporte.
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