Durante una entrevista con la radio CBN, precisó que el sector económico trabaja en un plan de contingencia para ayudar a los sectores afectados por el posible incremento arancelario, con la amenaza de un recargo del 50 por ciento a las importaciones nacionales a partir del 1 de agosto.
«Seguiremos esforzándonos por tener la mejor relación posible con el mayor mercado de consumo del mundo. Lucharemos por ello. Pero no dejaremos a los trabajadores brasileños desesperados, tomaremos las medidas necesarias», señaló Haddad.
Recalcó que un grupo de trabajo trabaja en opciones para ayudar a los sectores afectados por el posible alza de los gravámenes, pero las posibilidades aún no fueron presentadas al presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
«En una situación como esta, el Tesoro se prepara para cualquier escenario. Tenemos un plan de contingencia ante cualquier decisión que tome el presidente de la República (Lula)», refirió el ministro.
Según el funcionario, más de la mitad de las exportaciones actuales a Estados Unidos podrían dirigirse a otras naciones, pero «esto lleva tiempo» porque se han firmado contratos con empresas norteamericanas.
«Redireccionaremos gran parte de la producción, pero esto lleva tiempo. Y hay productos que no tienen otro destino posible, ya que era una demanda de ese sector. Conocemos a cada sector y estamos trabajando a nivel de empresa. Actuaremos para minimizar esta situación en la medida de lo posible», certificó Haddad.
Señaló que el desayuno puede ser más caro en Estados Unidos, debido al recargo del 50 por ciento en el café, el jugo de naranja y las carnes brasileñas.
Del mismo modo, la industria aeronáutica norteamericana ambién podría verse perjudicada.
«Embraer, por ejemplo, compra un 45 por ciento de sus componentes aeronáuticos en Estados Unidos. Las empresas estadounidenses también necesitan exportar aquí», explicó.
Aclaró que Brasilia no tiene la intención de tomar represalias contra las empresas y ciudadanos de esa nación norteña.
«No podemos devolver en especie algo que consideramos injusto», sentenció.
Admitió, sin embargo, la posibilidad de que su Gobierno active la llamada Ley de Reciprocidad Económica, aprobada recientemente por el Congreso Nacional.
«Todos los países del mundo se defenderán de alguna manera de lo que está sucediendo. Es una posibilidad, pero reitero que la orientación del presidente de la República es que no abandonaremos la mesa de negociaciones porque Brasil es un país que se lleva bien con todos los países del mundo», subrayó finalmente a CBN.
jha/ocs
