El sondeo de la empresa Ipsos consigna que ninguno de los postulantes supera el 10 por ciento de los consultados, algo que el presidente de la encuestadora, Alfredo Torres, calificó hoy como insólito nacional e internacionalmente a nueve meses de los comicios de abril de 2026.
Los resultados ubican en primer lugar a la cuatro veces fracasada postulante a la Presidencia Keiko Fujimori, con nueve por ciento, seguida por los también neoliberales Rafael López Aliaga (siete) y Carlos Álvarez (seis), cómico de televisión.
Detrás se ubican, con dos por ciento, el comentarista de televisión de derecha extrema Philp Butters; el centro-izquierdista Alfonso López Chau; el conservador Alfredo Barnechea y el excéntrico y populista exalcalde de la norteña ciudad de Trujillo, Arturo Fernández.
Con el mismo porcentaje aparecen el acaudalado empresario y político César Acuña, gobernador de la región norteña de La Libertad; el veterano exparlamentario populista Yonhy Lescano y el centroderechista Rafael Belaúnde.
Los nombrados anteriormente, todos juntos totalizan un 36 por ciento, menos que los encuestados que consignaron que piensan votar en blanco o anular la boleta electoral o no se inclinan por ninguno de los posibles candidatos (37 por ciento) y los indecisos (13 por ciento), los cuales suman 50 por ciento.
El sondeo de Ipsos preguntó además sobre las cualidades que debería tener un candidato, sobre lo cual el 43 por ciento opinó que debería tener mano dura para restablecer el orden.
Los comentarios coinciden en lo sorprendente de los resultados y en que a estas alturas no se perfile ningún posible favorito, pese a que, si bien no hay ningún postulante oficialmente inscrito, López-Aliaga, Butters y Álvarez llevan semanas de exposición en la prensa y recorridos proselitistas. Mayor figuración tiene López-Aliaga, que aprovecha la ventaja de ser alcalde de Lima para levantar como bandera de su candidatura, la «donación» de Estados Unidos de un tren para aliviar los grandes problemas de tránsito de Lima, lo cual fue desmentido por la prensa con pruebas que reflejan que fue comprado cuando estaba a punto de ser desguazado por su antigüedad y por generar contaminación.
Como un virtual lanzamiento de su candidatura celebró, con una concentración, la llegada del tren, movido por dos locomotoras ajenas, una por detrás y otra por adelante, que sufrió su primer problema al descarrilarse uno de los vagones.
Desesperado, López-Aliaga trató de lucir el tren con una marcha blanca de ensayo, pero se estrelló con inconvenientes técnicos como la necesidad de obras y trámites que pueden demorar su puesta en servicio dentro de un año y medio, cuando ya no tenga impacto electoral.
Por su parte, las fuerzas de izquierda no terminan de acordar su unidad a pocos días para el cierre de la inscripción de alianzas, mientras analistas neoliberales como el influyente Juan Carlos Tafur llaman a la derecha a unirse para impedir que una coalición de izquierda pueda ganar el Gobierno el próximo año.
No obstante, el panorama puede comenzar a aclararse el venidero 2 de agosto, cuando expire el plazo de inscripción de las alianzas electorales, de las que se perfilan algunas como la derechista encabezada por el congresista y general retirado Roberto Chiabra, entre su partido Unidad y Paz y el tradicional Partido Popular Cristiano, de bajo rendimiento electoral. Por otra parte, la periodista conservadora Rosa María Palacios casi celebró el escaso apoyo a los postulantes en la encuesta de Ipsos y dijo que la campaña “Con estos no”, en redes de Internet, puede determinar que ninguno de los que figuran hoy primeros, alcance en la primera vuelta electoral el cinco por ciento indispensable para, por lo menos, obtener escaños parlamentarios.
El analista José Carlos Requena atribuyó los resultados al elevado número de organizaciones en pugna y al desprestigio de los líderes políticos.
Otro analista, Joaquín Rey, apuntó que los resultados de la encuesta tienen que ver más “con el desprestigio de la clase política en su conjunto y de la sola palabra político”.
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