Sosa afirmó que el asilo político otorgado al líder panameño del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Similares (Suntracs), Saúl Méndez, no afecta los nexos diplomáticos con Panamá, cuyo ministro de Relaciones Exteriores, Javier Martínez-Acha, estará presente en Bolivia durante la celebración de los 200 años de la independencia.

Según la titular, al margen de las conmemoraciones patrias, ambas partes rubricarán los documentos anunciados.

Méndez permanece en el país andino amazónico desde el sábado último.

Según Sosa, su situación fue analizada por el Consejo Nacional del Refugiado (Conare) y fue algo que se abordó en coordinación con el Gobierno de Panamá, en una reunión con su par, Martínez-Acha.

Explicó la titular que la concesión del refugio a Méndez se hizo dentro de las atribuciones que otorga la Constitución Política de Bolivia sobre la protección de los derechos humanos y la Carta de las Naciones Unidas, por lo cual el procedimiento tiene un cierto nivel de reserva.

En las redes sociales circuló el fin de semana último un vídeo con declaraciones de Méndez desde Bolivia, adonde arribó el sábado en la condición de asilado político tras permanecer más de 50 días refugiado en la embajada boliviana, tras presuntas amenazas a su vida por participar en protestas contra una ley de pensiones.

Denunció en su mensaje el excandidato presidencial en 2019 una “persecución” en su contra y la existencia de un supuesto “estado de hecho” en la nación istmeña.

“Vivimos momentos difíciles, de persecución, de lucha. Vivimos momentos en los que el dictadorzuelo (en alusión al actual presidente José Raúl Mulino) ha violado la Constitución, las leyes, él y el séquito de corruptos con que gobierna”, expresó.

Asimismo, en el video denunció casos de tortura, asesinatos, masacres, y persecución contra líderes sociales, y mencionó directamente a Jaime Caballero, Genaro López y otros dirigentes del Suntracs.

El dirigente sindical se opuso de manera enérgica a la firma en abril último de un memorando de entendimiento entre Panamá y Estados Unidos en materia de seguridad, y advirtió que el país “ha vendido la soberanía a los gringos”, lo que abre las puertas a una mayor presencia militar y al establecimiento de bases.

Adicionalmente, denunció que son parte de una ofensiva neoliberal la aprobación de la ley 462, el proyecto del embalse en Río Indio, la minería, y posibles reformas al Código de Trabajo.

“El poder emana del pueblo. Nunca más podemos votar por estos corruptos”, concluyó, al llamar a la movilización “desde abajo” a lo que denominó pueblo humilde, honesto y trabajador.

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