Según destacó la ministra de Desarrollo de Pequeñas Empresas, Stella Ndabeni, durante la inauguración de la primera Reunión Ministerial Global para Pymes, ello permitiría aumentar el acceso a mercados y financiamiento, así como posicionar a las Mipymes como actores estratégicos dentro de las economías y no simples objetivos secundarios de políticas públicas.
El encuentro, que se extenderá hasta mañana jueves, reúne a delegados de más de 60 países y organizaciones multilaterales para intercambiar experiencias, fomentar alianzas y delinear políticas que fortalezcan a las Pymes y startups, pilares del empleo y la innovación inclusive.
Actualmente, el sector disfruta de representación a través del grupo de compromiso Startup20, pero el gobierno sudafricano busca elevar la agenda proponiendo una estructura formal y permanente en la declaración final del G20 en noviembre.
El sector de las Mipymes, dijo, no solo genera empleo y crecimiento económico inclusivo, sino que es fundamental para la resiliencia comunitaria y la innovación”. La Ministra remarcó además el papel de esas empresas en zonas marginadas como las áreas rurales y los municipios, donde brindan fuentes de ingresos y oportunidades.
Sin embargo, advirtió, esas empresas enfrentan vulnerabilidades importantes si no se facilita su adaptación a estándares internacionales, acceso a tecnología digital y mercados sostenibles.
Al referirse al contexto global, Ndabeni apuntó que los cambios en las cadenas de valor mundiales y el auge del proteccionismo comercial afectan especialmente a las Mipymes en países en desarrollo.
Así, exhortó a reforzar alianzas bilaterales y multilaterales para robustecer los ecosistemas de apoyo nacional y regional.
Respecto al financiamiento, la ministra reconoció que la brecha sigue siendo enorme. El continente africano, ejemplificó, recibe menos del dos por ciento del capital mundial de riesgo, a pesar de concentrar cerca del 18 por ciento de la población global.
Esa desigualdad obliga a muchos innovadores a trasladar sus negocios al extranjero, una situación que Sudáfrica busca revertir.
“Estimamos una brecha de financiamiento que ronda los 20 mil millones de dólares, y pese a nuestros esfuerzos para reducir riesgos mediante garantías y combinaciones de instrumentos financieros, la necesidad es inmensa”, dijo Ndabeni.
Finalmente, la Ministra exhortó a los países participantes a firmar un nuevo pacto global audaz que expanda acceso a mercados, desbloquee financiamiento asequible, promueva la inclusión digital y garantice la participación activa de mujeres, jóvenes y comunidades marginadas en la transformación económica global.
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