Según refirió la nota, los patrones en las conchas de las algas unicelulares del tipo Coscinodiscus oculus-iridis resultaron ser no solo estéticamente atractivos, sino también funcionales.
Los científicos comprobaron que, gracias a estas estructuras, las algas pueden utilizar el llamado efecto Talbot: un fenómeno de difracción que permite que la luz se enfoque dentro de la concha. Se cree que esto ayuda a captar la luz solar de manera más eficiente para la fotosíntesis.
“Es posible que lo logren gracias a la disposición óptima de los cloroplastos, que absorben la luz”, señaló Serguéi Diakov, autor principal del estudio y profesor asociado del Centro de Física de Ingeniería de Skoltech.
Las propiedades únicas de estas algas inspiran a los investigadores a desarrollar nuevas soluciones tecnológicas, desde recubrimientos fotosensibles y sensores, hasta componentes de paneles solares y sistemas de fotosíntesis artificial capaces de convertir la luz solar en combustible.
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