La MSCE reclamó la cobertura de las plantillas, inversiones en servicios públicos y reducción del trabajo terciario, incluidas mejoras salariales.

Cada sindicato decidió el horario y en el caso de telecomunicaciones la huelga fue por 24 horas.

Los integrantes del sindicato de Obras Sanitarias del Estado estuvieron de brazos caídos durante cuatro horas, el mismo lapso en el que los empleados de la estatal empresa eléctrica, UTE, acataron el paro.

También la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social participó en la huelga, al igual que los funcionarios postales.

La manifestación de descontento ocurrió a la par del conflicto entre el sindicato pesquero y las cámaras empresariales, que tiene la flota de pesca amarrada en puerto y la industria paralizada.

Julio resulta mes de protestas laborales y de un paro del sindicato de la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (Fancap) que puso en apuros la distribución de carburantes e incluso la operatividad del Aeropuerto Internacional de Carrasco.

Para los próximos días la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) anunció una batería de acciones sindicales que incluyen paros, asambleas y movilizaciones a nivel nacional, en respuesta a una serie de conflictos laborales que afectan a distintas plantas de procesamiento en el país.

Agosto parece que no será menos. Para el martes 12 la central sindical PIT-CNT convocó a un paro nacional parcial que busca presionar en momentos en que se negocian los consejos de salarios y los convenios colectivos de trabajo.

La central obrera apuesta a un modelo de desarrollo contrario al “de la desigualdad” y propuso al gobierno gravar al sector más rico con el uno por ciento de su patrimonio para combatir la pobreza infantil.

Por su parte la Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionados había convocado a una manifestación para el 7 de agosto, pero el gobierno se adelantó al anunciar un aumento para quienes reciben las jubilaciones mínimas.

arc/ool