El 31 de julio de 1981 la aeronave que conducía a una de las figuras más influyentes en la historia del país canalero hacia su pueblo natal, Coclesito, se estrellaba en Cerro Marta.

Desde su llegada al poder en 1968 hasta su muerte, Torrijos encabezó un gobierno con un marcado enfoque nacionalista, reformista y populista, impulsando cambios que redefinieron el rumbo del país, según analistas.

Su liderazgo, caracterizado por una estrecha relación con el pueblo y políticas en defensa de la soberanía, tuvo como principal hito la recuperación del Canal de Panamá mediante la firma de los Tratados Torrijos-Carter en 1977.

También fundó en marzo de 1979 el Partido Revolucionario Democrático (PRD), la organización política con más adherentes en todo el istmo.

Durante su gobierno, el líder militar fallecido a la edad de 52 años, definió estrategias destinadas a mejorar las condiciones de vida de la población, entre ellas la reforma agraria, que planteó la redistribución de tierras agrícolas para beneficiar a campesinos y pequeños agricultores.

Además hubo una expansión de la educación y la salud, pues en su mandato no solo construyó escuelas, sino que promovió el acceso igualitario a la educación en zonas rurales.

En 1972, bajo su liderazgo, se promulgó una nueva constitución que consolidó su poder y estableció un sistema político más centralizado. La carta magna le otorgó el título de “Líder Máximo de la Revolución Panameña” y le concedió amplias facultades para dirigir el país, de acuerdo con versiones periodísticas.

Torrijos mantuvo además una política exterior activa, apoyó movimientos de liberación en América Latina y estableció relaciones diplomáticas con países socialistas.

En el contexto actual, tras intensas protestas de rechazo a una norma de pensiones y un memorando suscrito entre el Gobierno de José Raúl Mulino y Estados Unidos, para garantizar la seguridad del Canal, en medio de amenazas del presidentes Donald Trump de adueñarse de la vía interoceánica, estiman varios gremios, el legado de Torrijos es más vital que nunca.

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