Según el parte de la cartera militar publicado este jueves en su canal oficial de Telegram, 11 vehículos aéreos no tripulados fueron derribados en la región de Volgogrado; siete, en la península de Crimea; cinco, en Vorónezh; otros cinco, en Bélgorod; dos, en Tambov; y dos más, en Rostov.
Por su parte, la agencia nacional del transporte aéreo, Rosaviatsia, informó de cierres provisionales del aeropuerto de Volgogrado en la última jornada, por motivos de seguridad.
Desde el inicio de la operación militar especial el 24 de febrero de 2024, los ataques con drones lanzados desde Ucrania contra objetivos militares y civiles en la retaguardia rusa se han convertido desde entonces en una práctica habitual.
Los territorios rusos limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, así como la península de Crimea, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio en otros lugares.
Durante los últimos meses, Ucrania centró sus ataques con drones en refinerías, depósitos de combustible y otras instalaciones de la industria petrolera de Rusia, principalmente en las provincias fronterizas, pero también en zonas más remotas como Nizhni Nóvgorod, Baskortostán o Tatarstán.
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