El conjunto antillano terminó la etapa clasificatoria con saldo de 2-3, tras caer en sus tres primeras salidas, lo que lo dejó sin opciones de acceder a la Superronda, donde se discuten las medallas.
Sin embargo, los dos éxitos conseguidos entonces —precisamente ante los equipos que también pasaron a esta segunda ronda— le permitieron arrastrar victorias cruciales para asegurar prácticamente el séptimo lugar en la clasificación general, a falta de sus duelos frente a República Checa y Sudáfrica.
La victoria de este miércoles reflejó la mejoría del conjunto caribeño, con destaque ofensivo para Sean García (jonrón en tres turnos y dos impulsadas) y Yuceider Torres (par de imparables y una carrera empujada).
Desde la lomita, Yan Carlos Ramírez caminó la ruta completa de seis entradas, espaciando cinco hits y dos anotaciones, con tres boletos y cuatro ponches.
A pesar de las dificultades estructurales que enfrenta Cuba en estas categorías menores —como los torneos nacionales de corta duración— y los rigores del cambio horario, el equipo ha mostrado una progresiva adaptación al alto nivel competitivo de la justa, con evidentes signos de cohesión y crecimiento en su desempeño general.
Estos eventos, más allá del resultado final, tienen un valor inmenso para el desarrollo temprano de talentos, y Cuba ha dejado claro, una vez más, que sigue siendo una cantera fecunda de buen béisbol.
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