El Hospital del Sur Enrique Garcés, uno de los más grandes de Quito, con 330 camas y 33 especialidades, es uno de los más afectados por este problema, denunció el portal digital Primicias.
De acuerdo con ese medio, la falta de presupuesto para la adquisición de comida obligó a que las autoridades de ese centro de salud acudieran al Banco de Alimentos de Quito para pedir comida a cambio de materiales de reciclaje.
La situación se replica en otras instituciones, como el Hospital Eugenio Espejo, el más grande del país, ubicado en Quito.
Entre 2023 y 2025, el Gobierno recortó 78,6 millones de dólares del presupuesto destinado a alimentación, seguridad y limpieza de los hospitales públicos, informó el citado medio.
La semana pasada, médicos y pacientes denunciaron la crisis existente en el sistema de salud pública debido a la falta de insumos para una atención adecuada.
A pesar de estos problemas y de una ejecución presupuestaria del 11,8 por ciento en lo que va de 2025, la mayoría oficialista en la Asamblea Nacional (Parlamento) votó recientemente en contra de un exhorto para que el Ejecutivo declarara al sector en emergencia.
Mientras el sistema sanitario está en crisis, los gremios médicos exigen medidas urgentes.
El presidente de la Federación Médica Ecuatoriana, Santiago Carrasco, declaró al canal Ecuavisa que “es un problema que se ha venido suscitando desde hace mucho tiempo, es falta de gestión, por lo tanto, tienen que responder a este sistema de salud ya caduco, ya que realmente lo que existe de por medio es corrupción”.
Al mismo tiempo, el gremio de los profesionales de la salud rechazan la Ley de Integridad Pública aprobada recientemente y que, según advierten, precariza aún más su labor con evaluaciones que consideran arbitrarias.
“Nos evalúan a diario, pero sin condiciones adecuadas de trabajo. ¿Cómo se puede hablar de desempeño si no hay ni paracetamol para entregar?”, señaló Carrasco.
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