En un mensaje publicado en su cuenta de la red social X, Moncada cuestionó la celebración de esa marcha, programada de manera conjunta para el próximo 16 agosto por la Conferencia Episcopal y la Confraternidad Evangélica del país centroamericano.
La presidenciable llamó la atención al hecho de que esa movilización de sectores religiosos se realice a escasos tres meses de las elecciones generales del 30 de noviembre, en las que su candidatura parte como una de las favoritas, según diversas encuestas.
Acusó de intromisión política a los organizadores de la proyectada caminata, a raíz de una serie de manifestaciones públicas y comunicados que, en su opinión, buscan desacreditar su postulación y frenar el proceso de refundación impulsado por Libre.
Moncada advirtió que, en paralelo a la convocatoria de las citadas congregaciones, se está creando una campaña difamatoria para descalificar al partido gobernante, al cual califica de pacífico y democrático, “diciendo que en mi gobierno voy a cerrar las iglesias”, enfatizó.
“No cabe duda que se están prestando a un acto de injerencia política para beneficiar a los partidos que gobernaron 130 años”, manifestó la exministra de Defensa durante la actual administración de la presidenta Xiomara Castro, en obvia alusión a la derecha encarnada por nacionalistas y liberales.
Para la candidata de Libre, esa campaña pretende, además, encubrir a los empresarios evasores de impuestos y a los líderes religiosos que apoyaron o guardaron silencio ante los crímenes de lesa humanidad, perpetrados durante el golpe de Estado de 2009 y los fraudes electorales de 2013 y 2017, afirmó.
“El verdadero rostro de esta caminata es político, es impedir que continúe el cambio y la refundación, y detener a esta mujer que se niega a arrodillarse ante el poder de las 10 familias y los 25 grupos económicos”, aseveró la pretendiente del oficialismo.
“A mí me mueve mi amor sincero por el pueblo y junto a él seguiré asistiendo a las iglesias”, concluyó Moncada.
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