El anuncio de posponer las audiencias afloró después que la oposición anunciara la obstrucción del Congreso Nacional por el encierro en casa, ordenada anoche por el juez Alexandre de Moraes, de la Corte Suprema, contra Bolsonaro.

La reclusión forma parte de la investigación sobre las acciones del diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del exjefe de Estado, en el Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, para atentar contra instituciones y autoridades en el país.

También la decisión de De Moraes contempla otras restricciones y amenazó con convertir el recogimiento en prisión preventiva, si Bolsonaro incumple las normas.

El magistrado prohíbe al político ultraderechista recibir visitas sin autorización judicial y contactar con autoridades extranjeras.

Además, la disposición exige a la Policía Federal el decomiso inmediato de todos los teléfonos celulares del excapitán del Ejército.

Para De Moraes, el expresidente ignoró y faltó al respeto a la corte superior, al participar en las manifestaciones del pasado domingo mediante videollamadas y utilizar las redes sociales de aliados, incluida la de su otro hijo, el senador Flávio Bolsonaro, para eludir la prohibición de acceso a plataformas digitales.

En la jornada, los congresistas ocuparon en el Senado la Mesa Directiva y se taparon la boca con cinta adhesiva como protesta simbólica.

Anunciaron que solo abandonarían el recinto cuando Alcolumbre propusiera un juicio político contra De Moraes.

También exigieron la votación del proyecto de ley para indultar a los condenados por los actos golpistas del 8 de enero de 2023.

En esa fecha, adeptos radicales de Bolsonaro invadieron y saquearon las sedes de los Tres Poderes en Brasilia y rechazaron la llegada al poder del actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Alcolumbre criticó la medida de la oposición, calificándola de «ejercicio arbitrario de razonamiento propio», y pidió serenidad y «espíritu de cooperación» para que «prevalezca el sentido común».

Necesitamos reanudar el trabajo con respeto, civilidad y diálogo, para que el Congreso pueda seguir cumpliendo su misión en nombre de Brasil y de nuestro pueblo, señaló.

En la Cámara baja, Motta publicó en redes sociales que ordenó el cierre de la sesión de este martes y que convocaría a una «reunión de líderes para discutir la agenda, que siempre se definirá con base en el diálogo y el respeto institucional».

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