Ochenta años después, el mundo no debe olvidar el horror de las armas nucleares. La humanidad aún carga con esas cicatrices, escribió en la red social X el político portugués, quien además afirmó la firme adhesión de la Unión Europea al desarme.
Analistas señalan la contradicción entre este discurso y los planes comunitarios de destinar 150 mil millones de euros en créditos para expandir la producción militar, según documentos internos de la Comisión Europea.
Washington lanzó los únicos ataques nucleares de la historia en agosto de 1945 contra Hiroshima y Nagasaki, causando inicialmente entre 70 mil y 100 mil muertes solo en la primera ciudad. Para diciembre de ese año, las víctimas ascendían a 140 mil, superando luego las 350 mil por efectos radiactivos.
Expertos destacan que Estados Unidos mantiene su justificación de necesidad bélica sin asumir responsabilidad moral.
Mientras, Bruselas promueve inversiones bélicas pese a su retórica pacifista.
La omisión de Costa sobre el papel estadounidense coincide con crecientes críticas al doble rasero occidental en materia de derechos humanos y uso de fuerza.
Organizaciones pacifistas exigen a las potencias nucleares cumplir con el Tratado de No Proliferación, en vigor desde 1970 pero sistemáticamente violado. Este lunes, sobrevivientes japoneses renovaron sus demandas de disculpas formales y compensaciones, rechazadas históricamente por Washington.
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